Creemos en el arte de regalar con intención: ofrecer un gesto, no una cosa. Por eso, cada objeto ha sido elegido con esmero y viene envuelto con delicadeza, listo para ser entregado.
En japonés, sabi 寂 evoca una belleza melancólica que nace de lo simple, lo antiguo y lo imperfecto. Es un concepto que honra el paso del tiempo y las huellas que deja.